¿Deformado o transformado?

POR ANA CÁRDENAS

Dios es un Dios de transformación. Génesis 1 nos muestra que en un principio la tierra estaba desordenada y vacía. Él la transformó del caos al orden, de tinieblas a luz y tiempo después, en el acto de amor más grande, tomó forma de humano para salvación de todo aquel que en Él crea.

En el capítulo 3, a causa de la desobediencia y pecado, Adán y Eva fueron destituidos del Edén, de la presencia de Dios. En ese momento, se perdió la armonía perfecta que Dios había creado y a causa de esa naturaleza caída el mundo busca, provocar la pérdida de características naturales es decir, deformar lo que inicialmente Dios nos había dado, morar con Él perfectamente sin ninguna separación.

El pecado es esa barrera, pero Dios en su grande amor para con nosotros murió en la cruz para que todos tengamos la oportunidad de ser libres del pecado, vivir en verdad y ser llamados sus hijos. Ser transformados a la imagen de Jesús es la meta que Dios tiene con cada uno de nosotros.

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Romanos 12:2 NVI

“Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él”. 2Corintios 3:18 TLA

La biblia enfatiza la acción de SER TRANSFORMADOS, nacidos de nuevo y la idea es un cambio completo en nuestras vidas que involucra lo que hacemos, lo que decimos y lo que pensamos. Lo interesante de la frase SER TRANSFORMADOS es que en el lenguaje bíblico original proviene de la palabra griega methamorphoo, y si suena familiar, es porque en español significa metamorfosis. Necesitamos de metamorfosis espiritual constantemente para aspirar llegar a ser como Jesús.

“De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo”. Efesios 4:13

Días atrás leí sobre el testimonio de un hombre llamado Alex, él tuvo una niñez marcada de violencia y un pasado doloroso, sus hermanos murieron en guerra debido a conflictos de inestabilidad política, y eso era una carga que llevaba por años.

Un día un grupo de misioneros lo invitaron a aceptar a Jesús y él genuinamente encontró al Señor quien transformó su corazón. Ha priorizado la oración, no como otra cosa que hacer, sino lo primero a hacer. Este es un hombre transformado por el poder de estar en la presencia de Jesús, día tras día, y durante años ha cultivado las recompensas que vienen con la intimidad.

No es una tarea fácil, pues estamos en un mundo donde a lo bueno le llaman malo y a lo malo bueno, donde la verdad es subjetiva y el pecado no existe. Pero ¡hey! ¿Quién dijo que sería fácil? Lo que vale la pena cuesta y SER TRANSFORMADOS por Dios cada día, no es excepción. Es una decisión que debemos tomar continuamente para ser más a la imagen de Jesús y te aseguro que vale la pena invertir en esto.

ORACIÓN:

Padre amado guíame a continuamente ser transformado, convirtiéndome más a la imagen de Jesús y anhelar más de tu presencia en mi vida. Amén.

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